28 diciembre 2015

Consejos para conducir en año nuevo.


Las fiestas de fin de año son sinónimo de reuniones sociales y alegrías, y también de excesos. En este marco, los accidentes vehiculares se multiplican notoriamente.

Según informa el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de la Argentina (CESVI), en diciembre se incrementa en un 20 por ciento el número de siniestros respecto a otros meses del calendario. Al volante, la combinación es explosiva: al consumo de alcohol se agregan el estrés, el cansancio, la ansiedad y demás factores que aparecen usualmente en este período.

Si bien es preciso tener presente los siguientes datos durante los doce meses del año, ante el arribo de las fiestas de fin de año es importante repasar y tener en cuenta los límites permitidos por la ley para la ingesta de alcohol: Para los que conducen automóviles, se establecen 0,5 gramos por litro de sangre; mientras para los que van en moto el límite está fijado en 0,2.

Es bueno recordar que cuando se sobrepasan estos límites, y aunque no se experimente una sensación de embriaguez; de todos modos se presentan mermas en la coordinación general,  disminución en la capacidad de juicio, relajación del cuerpo y de los sentidos, alteración de los reflejos, los movimientos se vuelven más torpes y la reacción tardía. Por supuesto, asuntos nada bueno al momento de conducir.

Tres puntos para tener en cuenta:

-A menor peso de la persona, mayor es el efecto de la misma cantidad de alcohol.
-Por cuestiones orgánicas, las mujeres demoran más tiempo en eliminarlo.
-Si no se consumen alimentos, el efecto del alcohol es aún mayor.

Por ello, se recomienda que aquellos que pasen las fiestas en la casa de un familiar o de amigos, y se dirijan a la cita en su propio vehículo; establezcan un conductor designado quien deberá ser cuidadoso en sus hábitos a la hora de brindar. 

CESVI propone descartar el mito que afirma que “un vaso no hace nada” y sostiene la importancia de contemplar un tiempo de descanso desde la última copa hasta el momento de conducir: por ejemplo, para eliminar el efecto de dos vasos de vino se precisan tres horas completas.

Muchos sostienen que con una taza de café bien cargada, los efectos del alcohol se irán pronto. La mencionada entidad insta a que los conductores no tomen por cierto este consejo, pues si bien puede despabilar momentáneamente, los efectos del alcohol no pasan de un minuto a otro.

Por último, si nadie se postula como el conductor asignado de la reunión, la mejor opción es pasar la noche en el sitio en donde se ha realizado la reunión o regresar en un taxi o remis. 

Otro tip a tener en cuenta es procurar viajar, dentro de lo posible, en las horas menos álgidas de los festejos. Luego, hacerlo a velocidad moderada y extremar la distancia con los automóviles cercanos, mucho más que en las jornadas habituales.

Por supuesto que el riesgo en las calles no culmina en la responsabilidad personal: son muchos otros los que estarán conduciendo allí. Pero cuanto menos, se reducen los riegos adoptando una actitud para cuidarse a uno mismo y a los que viajan en el vehículo que conducimos, mientras los fuegos artificiales destellan en el cielo festivo.

14 diciembre 2015

¿Qué es la Seguridad Vial?


Existen dos definiciones básicas de seguridad vial:

1. Es la suma de condiciones por las que las vías están libres de daños o riesgos causados por la movilidad de los vehículos. La seguridad vial está basada en normas y sistemas con las que se disminuyen las posibilidades de averías, choques y sus consecuencias. Su finalidad es proteger a las personas y bienes, mediante la eliminación o control de los factores de riesgo que permitan reducir la cantidad y severidad de los siniestros de tránsito.

2. La seguridad en el tránsito no es asunto de una sola persona, sino de toda la sociedad. Es, por tanto, un bien común. Seguridad vial es la movilización, el desplazamiento libre y exento de todo daño en la vía pública. Implica prevenir posibles siniestros o accidentes de tránsito que, en su mayoría, son evitables si se toman las precauciones necesarias.

Con los problemas y exigencias que plantea la convivencia en el tránsito, el conflicto de relaciones que cualquier fenómeno social genera, se muestra aquí con mayor intensidad. En este ámbito es donde cada persona, desde su nacimiento hasta su muerte, es, al mismo tiempo, sujeto activo y pasivo, beneficiario y, eventualmente, víctima.

TRES ASPECTOS CENTRALES EN CUANTO A LA EDUCACIÓN VIAL Y LA SEGURIDAD EN EL TRÁNSITO:

A) No puede reducirse al simple, aunque necesario, conocimiento de normas y señales, o a consejos prácticos para movilizarse en los diferentes espacios y a la divulgación de conductas preventivas.

B) Los accidentes viales no suelen deberse a desconocimiento o ignorancia de las normas, sino a su inobservancia, es decir, a la falta de asimilación de los valores mínimos básicos de comportamiento.

C) El sentido profundo de esta educación radica en el desarrollo pleno de conocimientos y valores integrados a la personalidad del individuo. El respeto a las normas de tránsito y movilidad en los espacios públicos colectivos, así como la prioridad de la seguridad vial en ellos, no deben percibirse como algo normativo o impuesto, sino como un bien común.