MPM,
empresa comprometida con la Responsabilidad Social Empresaria, brinda consejos
útiles que aumentarán tu seguridad al volante.
¿Sabías que conducir con niebla
aumenta considerablemente la probabilidad de que nos salgamos de la carretera?
Te ponemos en antecedentes de los fallos más habituales de los conductores.
En estas semanas en las que la
niebla se está dejando ver notablemente, sobre todo en las primeras horas de la
mañana, es importante que conozcas los principales errores que cometen los
conductores ante esta -aparentemente inofensiva- condición climática. La
mayoría de ellos pueden ser sancionables, así que no pierdas detalle de lo que
te contamos a continuación.
Principales errores al conducir
con niebla:
Utilizar
las luces de carretera: el error más común consiste en encender las
popularmente conocidas como luces ‘altas’, lo que no sólo no nos ayudará a ver
mejor la vía, sino que puede ser incluso contraproducente. El motivo es que
estas luces tan fuertes se reflejan en la propia niebla, dificultando aún más
la ya de por sí poca visibilidad que tenemos. Además, podemos molestar a otros
conductores.
Debes saber que está obligado a
usar la luz de posición y la de cruce cuando te encuentres con niebla –sea
densa o no-. La utilización de la luz antiniebla delantera es de carácter
opcional –siempre que te encuentres con las condiciones climáticas anteriores-,
por lo que puedes recurrir a ella sin problemas. Tranquilo, están especialmente
preparadas para evitar que se reflejen contra ti.
No
ajustar la velocidad a las condiciones de la vía: muchos
conductores se agobian cuando están pasando por una zona de niebla, por lo que
mantienen una velocidad bastante rápida o incluso aceleran para salir de ella
lo antes posible. El problema viene por la dificultad que tiene el conductor
para considerar si va demasiado de prisa o no. Al no ver puntos de referencia
como señales o árboles, podemos estar conduciendo por encima de lo que
consideramos un ‘nivel de seguridad’. Lo mejor es usar el acelerador y el freno
de manera suave.
Estacionar
en la banquina: la poca visibilidad puede hacer que decidamos
pararnos y esperar a que la niebla sea menos densa. Esta decisión es totalmente
acertada, pero no debemos parar en zonas en las que podamos suponer un
obstáculo para otros vehículos. Por ejemplo, detenerse en la banquina no es una
buena idea. Lo mejor es hacer uso de las múltiples estaciones de servicio que
podemos encontrarnos por el camino.
Pegarse
demasiado al vehículo que nos precede: es un error muy común, que ni
siquiera se respeta muchas veces en el día a día. Pero no podemos mantener las
malas costumbres, ya que con niebla la probabilidad de colisión aumenta. No
cometas el fallo de tomar como referencia un vehículo que llevas delante. Lo
mejor es que uses el alumbrado correctamente para que los demás te vean y
mantener una distancia prudencial con el resto de usuarios de la vía.
Conducir
con la misma confianza que un día normal: la costumbre de hacer la
misma ruta siempre y los años al volante, pueden pasar factura. Tenemos que
estar mucho más concentrados en días de niebla, en los que no contamos con la
misma visibilidad que un día soleado. Aunque no veamos claramente los peligros,
siguen estando ahí. Olvídate de distracciones con el móvil o de subir el
volumen de la música demasiado. La conducción defensiva debe ser siempre
máxima, pero en días con malas condiciones climáticas debe ser extrema. Tampoco
es mala idea que abras las ventanas un poco, lo que te permitirá escuchar lo
que pasa a tu alrededor. ¡Quién sabe si tu oído puede llegar a intuir lo que la
vista no percibe!