17 mayo 2018

¿Cómo librarse del vaho en los días de lluvia?

La lluvia se ha convertido en protagonista en los últimos días, y según parece, ha llegado para quedarse por lo menos durante el fin de semana. Con ella llegan también los problemas de visibilidad.

Un correcto mantenimiento de los parabrisas y cristales es esencial para mejorar nuestra visibilidad cuando el tiempo no nos acompaña.

En el parabrisas de nuestro coche se acumula suciedad, insectos o las gotas de lluvia. El no limpiarlos puede comprometer nuestra seguridad en dos sentidos. Por un lado, son una posible causa de pérdida de concentración durante la conducción. Por el otro, pueden deteriorar el cristal con pequeñas ralladuras. De manera que el limpiaparabrisas es un elemento clave en nuestro coche.

Es necesario tener en cuenta que el limpiaparabrisas realiza aproximadamente medio millón de barridos de media cada año, desgastando sus escobillas. La mayoría podrían evitarse si mantuviéramos una limpieza adecuada o aplicáramos un tratamiento específico antilluvia sobre las mismas. De esta manera nuestras escobillas durarán más y evitaremos conducir con ellas en mal estado. Hay que tener en cuenta que si circulamos con las escobillas en mal estado nuestra visibilidad se verá afectada en un 25-30%.

Lo mejor para secar un cristal empañado es dirigir el aire caliente al foco del problema y así compensar el frío exterior. Para ello se deberá poner la calefacción con el ventilador al máximo, ya que este está preparado para reducir la humedad. En este caso no se debe utilizar la recirculación, para combatir el vaho es contraproducente.

Muchos de los coches modernos ya incorporan climatizador, y en general cuentan con un botón que tiene justamente como misión desempañar el parabrisas.

Antes de arrancar el coche también es necesario seguir unas cuantas recomendaciones. Cuando pones el coche en marcha, si practivamos un tipo de conducción eficiente, lo normal es salir inmediatamente para no consumir más combustible del necesario. Pero en invierno, sobre todo a primera hora de la mañana y con humedad ambienta, merece la pena poner el coche en marcha y esperar hasta que el motor se empiece a calentar. De este modo se consigue que el parabrisas esté a una temperatura adecuada gracias a la calefacción, y no habrá problemas de visibilidad.

Ya en circulación, para evitar que los cristales vuelvan a empañarse hay que mantener una temperatura correcta en el habitáculo. Es suficiente con unos cómodos 18 ó 19ºC grados para que se note el efecto sobre los cristales empañados. No tiene sentido agobiarse dentro del coche y gastar combustible extra subiendo la temperatura por encima de los 20 grados.

En cualquier caso, lo peor que podemos hacer para desempañar el cristal es frotarlo con un trapo, un papel, o incluso con la manga de la prenda de ropa que llevemos puesta en ese momento. Limpiar el cristal por dentro es complicado si no se hace correctamente, y desde luego usar la manga del jersey no es la forma correcta. De hecho, la limpieza interior de nuestros cristales ayuda a que no se empañen, más aún si una vez limpios aplicamos una capa de producto antivaho.

03 mayo 2018

Cuidado con la niebla!


La circulación por las vías rápidas y los accesos está siendo peligrosa esta semana por las nieblas.

Con la llegada del otoño, la aparición de bancos de niebla es un fenómeno natural que se produce con mayor frecuencia. Una condición climática que suele generar fuertes pérdidas de percepción en la visión, con notables complicaciones a la hora de conducir. A continuación, presentamos algunas medidas preventivas que todo conductor debe tener en cuenta cuando la niebla acecha.

Sin dudas, la presencia de niebla en toda carretera es una variable para tener en cuenta al momento de la conducción, ya que el campo de visión suele verse tergiversado. Ante ello, adoptar ciertas medidas preventivas, con el fin de aumentar la visibilidad y reducir potenciales accidentes, adquiere vital importancia.

En primera instancia, hay que distinguir entre niebla y niebla espesa, dependiendo de la visión disponible. Cuando la visibilidad no es mayor a los 20 metros, tendremos niebla espesa.

A su vez, es importante recordar que la niebla es un fenómeno meteorológico muy relacionado con la humedad, por lo cual la carretera suele estar mojada. Por ello, el buen estado de los neumáticos del auto resulta también vital para un mayor agarre.

Recomendaciones para una conducción segura:

Al circular por una zona invadida por la niebla, como primera medida, nunca se debe frenar bruscamente. Además, es probable que los cristales se empañen por la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del vehículo y la condensación del agua, por lo que la calefacción debe estar en perfecto estado para desempañar los cristales.

Entre las principales recomendaciones preventivas, es posible mencionar:


  • Disminuir la velocidad y aumentar la distancia con el vehículo precedente, en proporción a la visibilidad.
  • No encender la luz alta, ya que el reflejo de esta luz sobre las gotas de agua en suspensión dificulta aún más la visión.
  • Mejorar la visualización de su automóvil para ser visto con mayor facilidad por otros conductores y chequear que se encuentren encendidas las luces de posición y las luces bajas.
  • Si el automóvil posee luces antiniebla, utilizarlas.
  • No activar las luces altas, ya que pueden provocar deslumbramiento y un acortamiento del campo visual.
  • Mantener el parabrisas limpio, permanentemente.
  • No sobrepasar a otros vehículos.
  • No estacionarse sobre la banquina, ya que la misma suele ser utilizada como vía de escape en caso de colisiones en cadena.
  • Si la niebla es muy espesa, es recomendable detenerse en un lugar seguro hasta que las condiciones resulten más favorables para la circulación.


Las luces antiniebla y su modalidad de uso

Este tipo de luces son un recurso de utilidad para, en condiciones adversas, mejorar la visibilidad de la carretera y a la vez del propio vehículo. No obstante, su uso requiere adoptar un comportamiento responsable y así evitar la generación de perjuicios visuales sobre otros conductores.

En este marco, su aplicación es posible cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, como en el caso de niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de humo o de polvo. Ante tales circunstancias, deberá utilizarse la luz antiniebla delantera o la luz de corto o largo alcance.

No obstante, aquellos vehículos que poseen luces antinieblas traseras sólo deberán emplearlas en condiciones específicas y muy desfavorables (niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo), ya que su potencia y el efecto producido sobre los otros conductores es de gran impacto visual, con serios inconvenientes para la visión en los autos que circulan por detrás del vehículo.