30 noviembre 2013

Seguridad vial en bicicleta.



Como conductores de bicicleta, debemos tomar recaudos, aquí van algunos consejos:

En la medida de lo posible, optaremos por la bicisenda, si es que existe, antes que por la calle.

Si circulamos en bicicleta por la calle, la primera obligación es circular por la derecha, cerca del cordón de la vereda, y adelantarnos por la izquierda.

Si vamos en bicicleta con otras personas, no circulemos por la calle en grupo, sino en fila india, uno detrás del otro.

No debemos cruzarnos entre autos. Seguiremos en nuestro carril con paciencia.

Respetaremos los semáforos para automóviles, y le cederemos siempre el paso al peatón.

Debemos usar casco y demás elementos de protección. La bicicleta no protege nuestro cuerpo, por eso estamos más expuestos a los golpes.

Al entrar en un camino, miremos a izquierda y derecha para cerciorarnos de que no venga ningún automóvil.

Iremos siempre en el sentido del tránsito, respetando todas las señales que tengamos de frente.

Si tenemos que cruzar una avenida muy transitada, tratemos de hacerlo a pie, respetando el semáforo y mirando a ambos lados al cruzar.

No llevemos a nadie en la bicicleta y nunca vayamos con alguien sobre el manubrio. Nos va a costar mucho más mantener el equilibrio y vamos a estar expuestos a cualquier accidente.

Si es de noche, llevaremos una luz o elemento fluorescente para que los demás puedan vernos. Es obligatorio que la bicicleta tenga una luz blanca en el frente y otra roja en la parte de atrás.

Mantengamos una distancia prudente del vehículo que va delante nuestro, así nos da tiempo a frenar si éste frena primero.

No nos agarremos de ningún otro automóvil para andar más rápido. Si frena de repente, vamos a estar en grave peligro.

Nunca soltemos las dos manos del manubrio. Sólo podemos soltar una mano siempre que mantengamos el equilibrio y para hacer alguna seña a fin de que los demás conductores sepan qué movimiento vamos a hacer.

Si vamos a cambiar de carril o a doblar, debemos hacer señas con el brazo para que los demás lo sepan y tomen las precauciones necesarias.

22 noviembre 2013

Rayos y conducción: Consejos para conducir bajo tormenta eléctrica.



Si conduciendo un vehículo percibimos un fogonazo luminoso con ruido posterior, estaremos posiblemente ante la presencia de rayos. No es necesario que vaya acompañado de precipitaciones, aunque es lo más habitual. Podemos estar en una tormenta eléctrica que, aunque no posea precipitaciones, sí puede ir acompañada de un fuerte viento. Para conducir, una situación de lo más peligrosa.

Si estamos dentro del vehículo, lo mejor es continuar en esa situación procurando no entrar en contacto con las partes metálicas, apagar la radio y cerrar las ventanillas. Si nos detenemos, es conveniente elegir un lugar seguro alejado de vallas metálicas o tendidos eléctricos. Si estamos fuera del vehículo, lo mejor meterse dentro de él y alejarse de zona de charcos o balsas de agua y zonas húmedas.

Debemos dejar un margen de tiempo para salir del coche, ya que su superficie metálica, al igual que le ocurre a un avión en vuelo al que le cae un rayo, se ha quedado cargada, “polarizada” del campo eléctrico del rayo. Si los ocupantes bajan, y el vehículo no ha descargado a masa, ellos pueden cerrar el circuito al tocar la superficie metálica y pisar el suelo. Depende de la conductividad en ese momento, resistencia que se provoque, etc., para que las consecuencias varíen de un fuerte calambre a lesiones más graves.

Dependiendo del vehículo, lo más probable es que el rayo, genere un arco voltaico entre la llanta y el suelo, descargándose. Generalmente cuando esto ocurre los neumáticos revientan por la elevación de la temperatura. Por este motivo, es importante que, durante una tormenta eléctrica, los conductores disminuyan su velocidad, siendo lo idóneo que inmovilice su vehículo por completo.

Si el vehículo posee un cable de masa, de los utilizados para evitar la corriente estática y los molestos pequeños calambres al tocar el vehículo, será más seguro salir del vehículo porque significará que la tensión de la chapa se ha descargado a masa.

Aunque algunas marcas anuncian igual protección en coches descapotables de forma general los vehículos cabrio con capota no ofrecen la misma protección que uno cerrado frente a los rayos.

Si estamos en un núcleo urbano, la probabilidad de que nos alcance un rayo es prácticamente nula, por no decir imposible. En vías fuera de poblado, la probabilidad ya no es nula, se eleva, por lo que debemos situarnos en algún lugar donde no seamos la toma de tierra más probable para el camino de un rayo, es decir, no debemos ser el punto más alto. Si estacionamos al lado de un edificio que posea pararrayos, podremos estar tranquilos de que no caerá sobre nosotros el rayo.

Como peatones, conviene alejarse de tractores si no tienen cabina, bicicletas y motocicletas, y en general, de cualquier estructura metálica que pueda servir de toma de tierra para el camino de un rayo. Como peatones, lo mejor es estar a cubierto, pero si nos es imposible, no debemos exhibir elementos metálicos ni tocar vallas, rejas, etc.


Aunque el vehículo es el lugar más seguro, es importante recordar que quizá el rayo encuentre camino hacia el interior del vehículo, por romper su estructura, ya que en él existe aire y éste es ionizable, por lo tanto conductor. Aun así, sigue siendo la opción más segura.

14 noviembre 2013

Consejos para conducir bajo la lluvia.



Estas sugerencias aumentarán su seguridad y la de los pasajeros en las carreteras mojadas.

1. Compruebe los neumáticos con frecuencia.
Compruebe siempre los máticos antes de salir a la carretera. Realice el siguiente mantenimiento de rutina:
Mantenga los neumáticos inflados correctamente. La presión de aire correcta para los neumáticos la especifica el fabricante del vehículo en el borde de la puerta de éste, en la columna, o dentro de la puerta de la guantera o del depósito de combustible. También aparece en el manual del propietario. El número que figura en el lateral del neumático no es la presión de aire recomendada, es la presión de aire máxima. La presión de aire de los neumáticos debe comprobarse al menos una vez al mes.
Compruebe la profundidad de la banda de rodadura. Si es la adecuada, se evitarán los derrapajes y el aquaplaning.

2. Disminuya la velocidad.
Al caer la lluvia, se mezcla con la suciedad y el aceite en la carretera, que se vuelve resbaladiza. La mejor manera de evitar los derrapes es aminorar la velocidad. Conducir a menor velocidad permite que una mayor parte de la banda de rodadura del neumático haga contacto con la carretera, lo que produce una mejor tracción.

3. Cómo reaccionar en caso de derrapaje.
Incluso los conductores más cautelosos pueden sufrir las consecuencias de los patinazos. Si su coche derrapa, recuerde que no debe frenar con fuerza. No bombee los frenos si cuenta con un sistema antibloqueo de frenos (ABS). Por el contrario, debe pisar el pedal con firmeza y regularidad, y dirigir el coche en la dirección hacia la que está derrapando.

4. Mantenga la distancia de seguridad con el coche que le precede.
En caso de lluvia, hay que utilizar con cuidado todos los controles principales del coche, es decir, la dirección, el embrague, los frenos y el acelerador, y hay que prever los errores y las emergencias. En un día de lluvia, cuando empiece a conducir, los zapatos estarán mojados y podrán resbalar de los pedales. Limpie bien las suelas de los zapatos en las alfombrillas del coche antes de arrancar el motor. Todos los automovilistas deben comprobar con regularidad el funcionamiento adecuado de las luces delanteras, las luces traseras, las luces de frenos y los intermitentes. Frenar en una carretera mojada le llevará aproximadamente el triple de tiempo que frenar en una carretera seca. Como se necesita más distancia para frenar, es muy importante mantener la distancia de seguridad respecto al coche que nos precede. Mantenga algo más de dos coches de distancia entre su vehículo y el vehículo que le preceda.

5. Siga las huellas del coche que le precede.
Evite frenar. Siempre que sea posible, ralentice, levantando el pie del acelerador. Encienda las luces delanteras, aunque llueva ligeramente. No sólo le ayudarán a ver la carretera, sino que son importantes para que otros conductores le vean. Si su coche cuenta con faros antiniebla traseros, enciéndalos, de manera que los vehículos que vayan detrás puedan verle mejor.

6. Prepárese para el viaje.
En caso de lluvia, hay que utilizar con cuidado todos los controles principales del coche, es decir, la dirección, el embrague, los frenos y el acelerador, y hay que prever los errores y las emergencias. En un día de lluvia, cuando empiece a conducir, los zapatos estarán mojados y podrán resbalar de los pedales. Limpie bien las suelas de los zapatos en las alfombrillas del coche antes de arrancar el motor. Todos los automovilistas deben comprobar con regularidad el funcionamiento adecuado de las luces delanteras, las luces traseras, las luces de freno y los intermitentes.

7. Aprenda a evitar el aquaplaning y a enfrentarse a él cuando ocurra.
El aquaplaning se produce cuando se acumula agua delante de los neumáticos a un ritmo mayor del que necesita el peso del coche para desplazarla. La presión del agua hace que el coche se levante y derrape sobre una fina capa de agua entre los neumáticos y la carretera. En este punto, es posible que el coche pierda todo contacto con la carretera, y se puede producir un derrapaje o un patinazo que le desplace fuera del carril en el que está circulando, o incluso fuera de la carretera. Para evitar el aquaplaning, mantenga los neumáticos con un nivel de inflado adecuado, asegúrese de que la resistencia a los deslizamientos de la banda de rodadura esté por encima de los límites exigidos por la ley y sustituya los neumáticos cuando sea necesario; asimismo, debe ralentizar la marcha cuando conduzca en carreteras mojadas, y evitar los charcos. Procure conducir por los surcos que van dejando los coches que van delante. En caso de aquaplaning, no frene ni haga giros bruscos. Esto puede hacer que el coche derrape. Vaya levantando el pie del acelerador hasta que el coche vaya más despacio y pueda sentir de nuevo la carretera. Si tiene que frenar, hágalo con cuidado, bombeando ligeramente. Si su coche dispone de sistema ABS, frene normalmente: el ordenador del coche imitará esa acción de bombeo en caso de que sea necesario.

8. Si la lluvia es demasiado fuerte, detenga el vehículo.
El exceso de lluvia puede sobrecargar las escobillas y hacer que se mantenga un flujo continuo de agua sobre el parabrisas. Cuando se produzca esta limitación de visibilidad, y no se pueda ver el borde de la carretera ni otros vehículos a una distancia segura, habrá llegado el momento de parar el coche en el arcén y de esperar a que amaine la lluvia. Es mejor parar en las áreas de servicio y en otras áreas protegidas. Si el arcén es la única opción, aléjese lo más posible de la carretera y espere a que pase la tormenta. Mantenga las luces encendidas y encienda las luces de emergencia para avisar a los demás conductores.

9. Las primeras lluvias hacen más resbaladizo el pavimento.
Las primeras lluvias siempre dificultan la conducción en carretera, ya que el lodo y el aceite en la carretera seca se combinan con el agua para formar una capa resbaladiza. Los conductores pueden perder el control, por lo que se recomienda ser extremadamente precavido durante la primera media hora después del comienzo de las precipitaciones.

10. Las nubes reducen la visibilidad.
Preste especial atención al adelantar a otros vehículos.

11. Seque los frenos después de conducir por agua.
Si ha conducido por agua a una profundidad suficiente como para mojar las zapatas de los frenos, aplique ligeramente los frenos para secarlas.

12. No conduzca cansado.

Pare al menos cada dos horas o 150 kilómetros para descansar.

06 noviembre 2013

Conducir a la Defensiva.


Conducir a la defensiva es probablemente la mejor forma de garantizar su seguridad, la de sus pasajeros y la de su vehículo.

La conducción defensiva se describe como la habilidad de ser capaz de operar un vehículo a motor en tal forma que reduce las posibilidades de estar involucrado en un accidente.

La idea básica es simple, se trata de ser consciente y tomar unos pasos para evadir los peligros posibles cuando se viaja, en la práctica, implica mucho más que eso.

Lo primero se refiere a la capacidad que tiene la persona como conductor. Involucra entrenamiento para mejorar sus habilidades de control del vehículo, observación, anticipación, temperamento. Esta es la parte fácil ya que usted tiene control total de su lado.

Lo segundo reconoce que, aunque usted pueda ser capaz de controlar sus acciones en todo momento, virtualmente no tiene forma de controlar las acciones de otros conductores. Así que una amplia gama de técnicas defensivas se han desarrollado para permitirle hacer frente a todo lo que pueda suceder. 
Estas habilidades implican el estar alerta y listo para reaccionar ante los peligros que puede crear la carretera.

El objetivo es llegar a ser proactivo para que usted pueda evitar caer en situaciones peligrosas, en lugar de reaccionar a los peligros una vez que se desarrollan.

Los siguientes son los conceptos básicos del manejo defensivo:

1) Esté preparado. Es una de las habilidades más importantes de la conducción defensiva, si usted está permanentemente alerta para cada situación que pudiera ocurrir en el camino, las posibilidades de regresar a su hogar a salvo van a ser mayores.

Así que antes de iniciar cualquier viaje, asegúrese que su vehículo esté preparado correctamente. Revise la presión de los neumáticos y los niveles de agua, aceite y gas. Asegúrese de que todas las luces y espejos estén funcionando correctamente. Y finalmente, no abandone su hogar sin llevar consigo un botiquín, herramientas básicas como un gato, lámpara de repuesto y toda la documentación pertinente.

2) Ser visto. Una de las mejores formas de mejorar la seguridad es asegurarse que los otros conductores vean su vehículo. Si están conscientes de su vehículo y el espacio que ocupan en el camino, es menos probable que choquen con usted.

Esto puede sonar algo obvio, pero échele un vistazo a esta asombrosa estadística: La mayoría de los conductores sólo ven el 10% de los autos que están en la carretera. Esto significa que sólo ven 1 de 10 coches. O más preocupante, no ven 9 de cada 10.
Así que asegúrese de que los otros conductores lo vean, haga uso de sus luces. Por supuesto que debes de usar las luces altas en los horarios necesarios, pero la conducción defensiva va más allá del mínimo legal. Por ejemplo, algunos conductores avanzados dicen que debe usar las luces altas en todo momento a menos que maneje a pleno sol.
Para ver los beneficios de esto, la próximas vez que usted está manejando cuando empieza a oscurecer, preste atención al resto de los conductores en el camino. Será más probable que note algunos conductores que han prendido sus luces.
Y ya que estamos hablando del tema de ser visto, al pasar a otros vehículos, asegúrese de pasar el menor tiempo posible en el punto ciego de los otros conductores. Si no están conscientes de su presencia, son más propensos a chocar con su vehículo.

3) Crear Espacio. El tercer principio del manejo defensivo es crear espacio entre su vehículo y los otros conductores. Esto le da un margen adicional para maniobrar y evitar chocar con otros automovilistas, si algo inesperado ocurre.

Por ejemplo, no siga muy de cerca a otros vehículos. Si se tiene que detener de repente y usted se encuentra muy cerca, es más propenso a chocar. Así retroceda, utilice la regla de los 3 segundos. Sea cual sea la velocidad en la que se encuentre, asegúrese siempre de que el vehículo que se encuentra delante suyo esté a 3 segundos de distancia. Como una guía general, elija un punto de referencia de la carretera y empiece a contar cuando el coche de la persona pasa por delante. Si usted pasa el mismo punto dentro de los 3 segundos, está demasiado cerca y va a necesitar retroceder. Durante condiciones climáticas adversas como nieve y hielo, esta brecha debería ampliarse a 5 segundos.
Y por último, cuando usted se encuentra en el camino use el sentido común. Por ejemplo, evite acercarse demasiado a cualquier vehículo que se vea mal mantenido o con signos de daños por accidentes. Estos son indicios sutiles de que el propietario no es un conductor defensivo y como tal es un peligro para su seguridad.


4) Mantenga la calma. Otro aspecto importante del manejo defensivo es evitar la ira de carretera, tanto en sí mismo y los otros automovilistas. Trate de mantener la calma en todo momento y no reaccionar a la ira de la gente que encuentra en la carretera. Su capacidad para mantener la calma y ser racional está directamente vinculada a la capacidad para aplicar los principios de conducción segura y mantenerse seguro. Si pierde la calma detrás del volante, su seguridad puede estar en peligro