19 febrero 2014

Sabes cuáles son las llantas que verdaderamente necesita tu vehículo?



Si tu respuesta se enfoca  más a una marca o diseño en particular, tu respuesta no va por buen camino. Otros factores, como el peso que tu auto puede soportar, la velocidad máxima  que puede alcanzar o la fecha en la cual fueron fabricadas las llantas son los verdaderos indicadores en los que te debes enfocar para realizar tu compra, y así brindarle a tu  auto la seguridad que requiere para andar por el mundo.

Una camioneta no requiere las mismas llantas que un automóvil normal, y mucho menos un vehículo de carga necesitará las mismas llantas de uno pequeño. Lógicamente, para cada tipo de auto  hay unas llantas a su medida.  Saberlas comprar de acuerdo a ciertos cánones puede ser decisivo para tu seguridad.

Las consecuencias de llevar unas llantas que no son las adecuadas para tu vehículo son varias y algunas preocupantes que van desde un mayor consumo de combustible, un incremento en la rigidez de la dirección, un desgaste más rápido en las mismas, hasta problemas en la pérdida de potencia del vehículo y en la adherencia de las llantas al asfalto. También, al usar unas llantas que no son las adecuadas, éstas pueden deformarse, rasgarse y dañarse muy fácilmente, incrementando las posibilidades de sufrir un accidente de tránsito.

Por eso, es fundamental para cualquier conductor preventivo aprender a comprar las llantas perfectas, además de que le realice el mantenimiento preventivo y así evitar su desgaste prematuro. 

¿Cómo comprar las llantas perfectas para tu vehículo?

Lo primero que debes hacer es leer, en el manual del propietario del automóvil, cuáles son las llantas que éste necesita. Esto se hace debido a que el fabricante consigna en dicho manual la referencia exacta de las llantas para las que fue diseñado el vehículo, para facilitar la compra de unas nuevas llantas cuando éstas deban cambiarse, las cuales son capaces de soportar sin ningún inconveniente las especificaciones del vehículo (peso, potencia de motor, potencia de frenado, entre otros). Si no tienes este manual,  debes acercarte a un centro de servicios confiable para que un experto te diga exactamente cuáles son las llantas que debes comprar.

Un importante dato que debes tener en cuenta a la hora de comprar las llantas nuevas  para un automóvil, es la fecha de fabricación de las mismas, la cual no debe  ser superior a seis meses, ya que son unas llantas viejas  así  no hayan sido usadas, debido a que el caucho  al entrar en  contacto con el ambiente se empieza a degradar, se vuelve duro, frágil y no tiene las mismas capacidades de trasmitir las fuerzas de aceleración y frenado.

Una vez que ya has comprado las llantas para tu vehículo, debes aprender a cuidarlas. Generalmente, estas  tienen una vida útil aproximada de cuatro años. Sin embargo, dependiendo del uso y cuidado que le des a tu auto, este periodo puede ser menor.

Para cuidarlas, es recomendable que les realices un mantenimiento constante, periódico  y concienzudo. Todos los días, antes de encender tu auto, realiza un chequeo visual de las cuatro llantas y comprueba si éstas tienen perforaciones o cortes.  También, cuando le pongas combustible a tu vehículo, pide que las calibren (llenarlas de aire) con un calibrador  preferiblemente metálico, pues es más preciso. Revísalas también cuando reciban un fuerte golpe.

Para saber en qué estado se encuentran las llantas de tu vehículo, es necesario que cada 6 meses o cuando el vehículo haya recorrido 10 mil kilómetros, realices una alineación y balanceo a tu auto. La alineación se le realiza a la dirección pero influye directamente en las llantas porque los ángulos permiten que la banda de rodadura entre en contacto perfecto con el piso.  Cuando la alineación no se cuida la llanta se apoya en los costados, que es la parte más débil de la llanta, ocasionando daños en las mismas.

Cuando conduces tu auto de manera segura y eficiente, sus llantas pueden alargar su tiempo de funcionamiento. Sigue las siguientes recomendaciones:

  • No frenes ni arranques bruscamente el vehículo.
  • Revisa la presión de inflado. Verifícala en frío una vez a la semana.
  • Pide que calibren las llantas cada vez que le pongas combustible al vehículo. Recuerda calibrar también la llanta de repuesto.
  • No conduzcas por calles ahuecadas a altas velocidades.
  • Evita los giros rápidos en curva y esquinas.
  • Evita al máximo tener contacto con piedras o vidrios, pues estos pueden perder el balanceo del auto,  producir rayones en  la llanta  y debilitar su integridad.