28 marzo 2014

Puliendo la conducción del automóvil.


Existen cuestiones que debemos tratar de mejorar con la práctica y que harán que tengamos una conducción más técnica, lo cual se refleja en un manejo más suave, relajado, pero sobre todo seguro.

Mantener nuestra distancia.-

Mantener una distancia prudente de nuestro automóvil con respecto al de enfrente hace que tengamos menos necesidades de frenar bruscamente, sobre todo si la persona de enfrente es brusca para manejar, si fuéramos detrás de un conductor así y muy cerca de él, acabaríamos imitando sus movimientos, sus frenadas y acelerones, lo cual es un desgaste innecesario para nuestro automóvil.

Control de la dirección.-

Cada vez debemos tratar de llevar un mejor control de nuestro automóvil dirigiéndolo de forma adecuada para evitar riesgos innecesarios, por ejemplo debemos tratar ir siempre centrados en nuestro carril y evitar invadir carril al dar una vuelta muy cerrada. Un buen control del volante se traduce en una conducción suave y cómoda.

Cambios de velocidad a tiempo.-

Cuando pasamos de una velocidad a otra, ya sea hacia arriba o hacia abajo, en un principio es normal que se nos tironee el automóvil e incluso que se nos frene, pero siempre debemos tratar de hacer los cambios más suaves, en un punto optimo (siempre que las condiciones lo permitan) nuestros pasajeros no deberán sentir jaloneos molestos en cada cambio de velocidad. De hecho un conductor agresivo y brusco puede llegar a marear a sus pasajeros, mientras que un conductor precavido y técnico puede llevar pasajeros durmiéndose como niños.

Frenadas.-

Cuando no estamos atentos al tráfico, cuando estamos distraídos o llevamos prisas nuestras frenadas se vuelven más intensas, lo cual nos pone en mayores riesgos de accidentes y conlleva un mayor desgaste de nuestro automóvil. Para evitar lo anterior debemos procurar salir con tiempo, planear nuestras rutas y ser prudentes, de esa forma nuestras frenadas serán suaves y precisas.

Aceleración.-

La aceleración debemos hacerla de forma gradual y sin prisas, pero cuando las condiciones lo requieran, debemos acelerar fuerte pero sin tironear el auto o patinar las llantas, una vez que se llega a la velocidad final que deseamos debemos reducir el régimen de rpm para no llevar el motor forzado.

20 marzo 2014

Cuidados para manejar con vientos fuertes.


Este tipo de condiciones climáticas siempre han representado un gran peligro para los conductores, sobre todo si es que andan en vehículos pequeños. En estas situaciones tienes que ser extremadamente cuidadoso.

Aquí te enseñamos como hacerlo, las principales recomendaciones para manejar con vientos fuertes son:

» Debes estar atento a las señalizaciones de Vialidad respecto de las zonas de fuertes vientos.

» Si te pasan vehículos de mayor peso, como buses o camiones, disminuye la velocidad y afirma fuertemente el volante hasta que terminen su maniobra.

» Si conduces un vehículo menor, ten cuidado al salir de un túnel. Mantén firme la dirección porque los vientos que se producen en estas zonas te pueden sacar de la pista.

» Si vas a pasar a un ciclista, tienes que hacerlo a baja velocidad. Avanza lo suficiente para tener un espacio seguro antes de volver a tomar tu pista para no succionarlo y provocar su caída.

» Cuando te enfrentes a las condiciones señaladas, debes reducir la velocidad y sujetar firmemente el volante del vehículo, porque los fuertes vientos te pueden sacar de la pista, causando un accidente o que tu auto se vuelque.

» Antes de iniciar un viaje, revisa las condiciones meteorológicas de la zona hacia donde te diriges para tomar todas las precauciones necesarias.

» Evita manejar al lado de otro vehículo de mayor tamaño y longitud para romper el viento.

» Es preciso que tomes precauciones en las calles o carreteras con arboledas altas, ya que con un fuerte viento las ramas pueden desgancharse. Trata de manejar separado de la arboleda, tomando el centro de la calzada. 

13 marzo 2014

Consejos para conducir de noche correctamente.



Según la DGT, el 42% de los accidentes de tráfico se produce por la noche, dato que evidencia los riesgos que existen a la hora de conducir entre la puesta y la salida del sol, donde la percepción visual disminuye. Aquí encontrarás los consejos básicos para una conducción nocturna cómoda y segura.

LO QUE DEBES SABER...

Conducción nocturna: implica un riesgo tres veces mayor que la conducción diurna.
A tener en cuenta: la reducción del campo visual y la propensión a la fatiga.
Fundamental para conducir de noche: ver y ser visto por los demás conductores.
Cristales y faros limpios: ayudará a evitar los deslumbramientos.
Casi la mitad de los accidentes de tráfico se produce por la noche

En condiciones normales, según la DGT, recibimos el 90% de la información del tráfico a través del sentido de la vista, por la sensación luminosa, agudeza visual y la capacidad de reconocer los colores. Estos tres procesos quedan perturbados por la noche, cuando la vista y el cerebro, están sometidos a un mayor esfuerzo que durante el día para actuar con eficiencia ante cualquier situación. Además, existe el riesgo de no ver objetos en la calzada, ocultos por la oscuridad.

La hora más peligrosa para conducir está entre las cuatro y las seis de la mañana, por los efectos más notables de la fatiga en nuestro cuerpo, que merman nuestros reflejos.

Pero conducir de noche tiene sus ventajas: las carreteras van más despejadas, y puede conducirse más relajadamente. Para ello es fundamental, encontrarse descansado y en buen estado físico.  Si tenemos prevista una ruta nocturna, debemos tener bien previstas las paradas que haremos, y es mejor que conozcamos el itinerario a seguir y sepamos dónde se encuentran las gasolineras, áreas de descanso, estado de las carreteras y la previsión meteorológica.

Consejos para una conducción nocturna segura y correcta

1. No conducir a una velocidad elevada. Por mucho que las carreteras -más despejadas de lo normal de noche-, inviten a mantener una velocidad más elevada, has de recordar que tienes que ser capaz de parar totalmente el coche dentro del campo de iluminación de los faros ante cualquier imprevisto, por tu seguridad. En carretera, la velocidad máxima recomendada es de 90 km/h, o un 20% menos respecto a la velocidad permitida de la vía.

2. Mantén la distancia de seguridad adecuada. Con el vehículo que te precede, no debe ser en ningún caso menor de tres segundos.

3. Aumenta la vigilancia de los espejos. Ten controlados los espejos con frecuencia para detectar otros vehículos en la calzada y evitar sobresaltos.

4. Haz paradas para descansar. Has de parar, aproximadamente cada 1h 30 minutos para descansar y despejarte, además de comprobar siempre la limpieza de los cristales (por dentro y por fuera) y los faros, para ver correctamente, evitar deslumbramientos y así conducir más relajado y con menos esfuerzo. 

5. Lleva siempre bien regladas las luces. Tanto vertical, como lateralmente para tener el campo correcto de visión. Recuerda siempre que has de llevar las luces de cruce encendidas entre la puesta y salida del sol. Si las condiciones de la vía y la circulación lo permiten, enciende las luces de largo alcance o “largas” si la visión es muy reducida. Recuerda que has de ver bien, y ser visto.

6. Reduce la intensidad de la luz en el interior del coche. Si llevas una luz tenue en el cuadro de instrumentos y otros elementos del habitáculo, verás mejor lo que hay fuera del vehículo. El deslumbramiento producido por otros vehículos es uno de los mayores peligros de la conducción nocturna

7. Procura llevar el coche bien aireado y escuchar música o la radio, para evitar la somnolencia y/o fatiga.

8. Si llueve: ten en cuenta que el barro y el polvo salpicado se acumulan rápidamente en los faros e intermitentes del vehículo, reduciendo hasta un 50% su visibilidad. En este caso, hay que procurar limpiarlos en cada parada.

9. Si el coche que viene de frente nos deslumbra: aminora velocidad, quédate cerca de la línea derecha de tu carril y gira la cabeza hacia la derecha y si es necesario cierra el ojo izquierdo para dejar de ver lo antes posible los faros del coche que acaba de “cegarnos”.


10. No te guíes siempre por las luces de otros coches para seguir el trazado de la carretera. Si hay mucha distancia con el vehículo que te precede, en muchas carreteras secundarias lo que parece recto no lo es. Entre las dos rectas perfectamente alineadas, puede haber varias curvas o un desnivel. 

06 marzo 2014

Emergencias al volante.



La importancia de las decisiones preparadas: sepa cómo reaccionar ante 10 emergencias clásicas en la ruta.

Al mejor conductor puede presentársele en cualquier momento y súbitamente una situación de tan peligrosa gravedad, que si no sabe reacciones en la forma adecuada, las consecuencias pueden ser irreparables.

Ningún conductor está libre de estos peligros, porque dependen en general de causas ajenas a él. Puede ser la rotura de la dirección o de los frenos, la aparición frente a él de otro vehículo o la caída al agua .Como ha de reaccionar en estas situaciones?¿Cuál ha de ser la maniobra conveniente?

Para muchos conductores resultará difícil y comprometido decidir, con rapidez y eficacia, lo que tienen que hacer en ese momento. La inminencia del peligro no permite pararse a pensar sobre lo que se debe hacer. Los segundos pueden ser decisivos, las situaciones de emergencia exigen, por regla general, la acción rápida. No se puede pensar "lo que hay que hacer", sencillamente, hay que hacerlo y hacerlo a la misma velocidad que el peligro ha hecho acto de presencia.

La acción depende, más que de una buena actitud refleja del conductor, de la prontitud con que se aplica "una decisión preparada" de antemano. El conductor que no tiene estas "decisiones preparadas", reaccionará probablemente de manera inadecuada e incluso contraproducente, cuyas consecuencias pueden ser irremediables.

Se puede y se debe conducir "alerta" para enfrentarse con el peligro. Para ello basta: aceptar la posibilidad del accidente, conocer las situaciones más graves que pueden presentarse y saber cuál es la maniobra adecuada a cada situación. 

En una palabra: CONDUCIR SABIENDO QUE HACER, CUANDO HACERLO Y COMO HACERLO.

Para lograr la eficacia indispensable, el conductor debe practicar estas normas "mentalmente" hasta que lleguen a formar parte de su repertorio de hábitos, de tal manera que a cualquier "acción" de peligro se oponga la "reacción" adecuada, con el mismo automatismo con que en su conducción normal cambia la velocidad del vehículo o gira el volante.

1. Si sus frenos fallan

Lo que se debe hacer:

Accionar intermitentemente el pedal del freno. Hacerlo rápida y frecuentemente. Con el freno de mano, actuar de manera progresiva y rápida, pero NO violentamente.
Cambiar enseguida a una velocidad menor, para aprovechar la acción frenadora del motor, acelerando incluso brutalmente.

Si es absolutamente preciso, desvíese con el coche fuera de la carretera, hacia el lugar que le parezca más blando. Es preferible dañar el coche que dejarlo rodar sin frenos, exponiéndose a un grave accidente.

2. Si un neumático revienta

Lo que se debe hacer:

Calma, no se asuste, no apriete los frenos. Sujete firmemente el volante con las dos manos y gire lo necesario para mantener recta la dirección del vehículo. 

Continúe con el pie en el acelerador, pero levántelo con suavidad. No lo retire bruscamente. Deje que el motor vaya reteniendo el coche y cuándo este haya perdido velocidad, accione el freno poco a poco. Apártese de la carretera, si es posible, para cambiar el neumático.

3. Si su coche patina

Lo que se debe hacer:

No toque el pedal del freno, ni levante el pie del acelerador. Gire en seguida el volante en la misma dirección en que se mueven las ruedas traseras al deslizarse (sí la parte trasera del vehículo patina hacia la izquierda, gire el volante también hacia la izquierda). 
Tan pronto como el coche empiece a enderezarse, gire el volante en dirección opuesta, para evitar un nuevo patinazo en sentido contrario. 

Afloje ligeramente el acelerador, pero no retire el pie bruscamente. Cuando haya corregido el patinazo y asegurado la tracción, disminuya la velocidad frenando suavemente.
Si entonces le patinaran las cuatro ruedas del vehículo, suelte el freno para permitir la rotación de las mismas.

Aplique después del freno con presión gradual, para evitar el blocaje.

4. Si un coche en dirección contraria viene a su encuentro

Lo que se debe hacer:

Pulse fuertemente la bocina y encienda sus faros. Si el otro conductor no reacciona ante estas señales, gire rápidamente a su derecha, aunque se salga fuera de la calzada.
Cualquier maniobra, aún peligrosa, es preferible a un choque frontal, especialmente si el otro vehículo es más potente. 

Si se ve precisado a ello, oriente su vehículo hacia la cuneta, aunque vuelque o dé lugar a una colisión menor. Habrá evitado el peligro mayor.

5. Si su coche se incendia

Lo que se debe hacer:

Corte inmediatamente el encendido del motor y apártese a un lado de la carretera, frenando el coche. 

Sobre todo actúe con calma. Haga salir a todos los ocupantes del vehículo. 
Levante el "capó" y con el extintor de incendios (que debe llevar siempre), con una manta, ropas, tierra o arena, trate de sofocar las llamas. 

No eche nunca agua.

Si el fuego se acerca al depósito de gasolina, aléjese rápidamente del coche, para evitar los peligros de la explosión.

6. Si durante la noche se ve obligado a detenerse

Lo que se debe hacer:

Procure tener a mano, debajo de su asiento, un triángulo reflectante plegable, pues si lo lleva en la maleta del coche, perderá unos segundos preciosos, mientras lo busca.
Haga lo posible para apartar su coche al margen de la carretera, para repararlo o esperar la llegada de auxilio.

Proceda de la siguiente forma: sitúe el triángulo delante de su cuerpo, para protegerse, mientras va a colocarlo en el suelo, 30 o 40 metros detrás del coche.

7. Si el parabrisas de su coche se rompe

Lo que se debe hacer:

Dé rápidamente, con las debidas precauciones, un fuerte puñetazo al parabrisas, abriendo así una ventana que le permita ver la carretera.

8. Si un perro se cruza en la carretera

Lo que se debe hacer:

Como regla general, no se debe maniobrar ni frenar bruscamente para evitar a un perro u otro animal pequeño que se cruce en el camino. 

Mire a lo lejos a fin de localizar al animal con la mayor antelación posible y toque la bocina.

9. Si mientras un coche intenta adelantarlo a Ud. otro automóvil viene en sentido contrario.

Lo que se debe hacer:

Hágale señales con el brazo o con el intermitente, para que no continúe la maniobra. 
Si no obedece, puede usted hacer dos cosas: disminuir la velocidad o aumentarla. 

Si está Usted seguro de que el conductor que viene por detrás va a pasarlo, disminuya resueltamente la velocidad y apártese al margen derecho de la carretera, pues el automovilista que lo adelante tendrá tendencia a ponerse precipitadamente delante de Usted con inminente peligro de choque de los tres vehículos. 

Si no ha terminado de adelantarlo y el coche de enfrente se acerca con rapidez, entonces lo más aconsejable es que Usted pise el acelerador para dejarle espacio detrás de su vehículo.

10. Usted ha entrado a demasiada velocidad en una curva

Lo que se debe hacer:

Pise el freno varias veces, mientras toma la curva acelere ligeramente. 
Si ve que su coche empieza a patinar, al mismo tiempo que mantiene el pie derecho en el acelerador, pise el freno ligeramente con el pie izquierdo.

Manténgase en su banda. De noche disminuya siempre su velocidad, circulando a una media que le permita frenar siempre dentro del espacio visible. Esto es particularmente importante en las curvas, ya que sus faros alumbran en línea recta.