28 abril 2014

10 consejos para ahorrar en combustible.


Si quieres ahorrar en combustible sigue nuestros consejos:

Evita llevar poca gasolina en el tanque, y que nunca llegue a menos de la mitad.

No pises el acelerador al arrancar.

Conduce con suavidad, con velocidad uniforme y sin correr. Así conseguirás ahorrar en gasolina. Un aumento del 20% en la velocidad produce un 40% en el consumo.

Evita cargas innecesarias en el vehículo y elementos externos. Cada 100 kilos de más, puede suponerle hasta un 5% extra de carburante.

Sigue el plan de mantenimiento indicado por la compañía para que tu vehículo siempre esté en buen estado.

Utiliza la marcha según te marquen las revoluciones, y conduce con marchas largas siempre que puedas. Para los coches de gasolina el cambio de marcha debe hacerse cuando estemos entre 2.000 y 2.500 revoluciones.

Revisa la correcta presión de los neumáticos para ahorrar en combustible. Un coche con baja presión de neumáticos consume más que otro que los tiene en niveles óptimos.

Anticípate y sé previsor, conduciendo con una distancia prudencial para evitar acelerones y frenazos innecesarios.

En las curvas, nada de movimientos bruscos. Levanta el pie del acelerador para reducir la velocidad, anticípate y no frenes en mitad la curva.

Mantén una temperatura uniforme en el interior del coche. Lo ideal es que la temperatura en el interior del vehículo esté sobre los 23 ó 24 grados.

16 abril 2014

4 consejos para conducir en otoño.


El otoño ha llegado de forma oficial, así que es hora de empezar a asumirlo (¿cuántos aún vivís como si todavía fuese verano?) y a disfrutarlo. Se trata de una estación muy bonita, perfecta para ver la naturaleza cambiar de color y para tomar el coche y hacer pequeñas excursiones sin miedo a que el calor lo vaya a estropear todo. Pero conducir en otoño requiere tomar ciertas precauciones y medidas para ir más seguros. Aquí van algunos consejos para conducir en otoño:

1. Puesta a punto del coche. 
Tras el verano puede que algunos elementos del coche estén en peor estado por haber tenido que estar expuestos a altas temperaturas. Lo ideal es llevar el coche a revisión para que comprueben que todo está bien: frenos, escobillas y limpiaparabrisas (en otoño harán falta de nuevo), luces, niveles de líquidos, neumáticos… ¡Deja el coche como nuevo!

2. Consulta la previsión meteorológica antes de emprender el viaje. 
El otoño es una estación muy bonita, pero también muy inestable en cuanto a condiciones meteorológicas. Puedes tener suerte y que te toquen días de sol y temperaturas agradables, pero podrías también enfrentarte a un viaje bajo la lluvia intensa o metido en la niebla. Hay condiciones en las que disfrutar de la conducción es más complicado. Si va a hacer mal tiempo y puedes cambiar de fecha tu viaje, hazlo.

3. ¡Prudencia! 
Este consejo es básico para cualquier viaje en coche en cualquier estación del año, pero los constantes cambios de tiempo del otoño hacen que sea necesario doblar la prudencia al ponerse al volante. Recuerda que, aunque no lo notes, el mal tiempo en carretera te pondrá más nervioso y te cansará más, por lo que no dudes en parar en un área de descanso o hacer cambios en el itinerario para evitar conducir más. Puede que hasta descubras un nuevo lugar preferido del que no tenías noticias.

4. Cuidado con las hojas. 
Uno de los espectáculos que ofrece la naturaleza en otoño es el de las hojas de los árboles cambiando de color conforme se van secando y, finalmente, cayendo al suelo. No obstante, las hojas secas pueden crear también peligros: si llueve y están mojadas sobre la carretera, su efecto puede ser similar al del aquaplaning, así que reduce velocidad y atraviésalas con cuidado. Procura también limpiar al final de cada trayecto el coche de las hojas secas que hayan ido cayendo sobre él para que no se acumulen y atasquen conductos.


¿Vas a hacer algún viaje en coche este otoño? ¿Adónde irás? Cuenta con nosotros!!!

10 abril 2014

¿Qué hacer ante un accidente de tránsito?


Todo aquel que sufre un accidente de tránsito, aún cuando crea no haber sido responsable, debe pedirle a los demás intervinientes los datos personales (nombre completo, DNI y domicilio) e intercambiar los datos de los vehículos: marca, modelo, número de póliza y compañía de seguro.

En segundo lugar, de ser posible, se debe requerir los datos de aquellos que hayan sido testigos del accidente, siendo también conveniente tomar fotografías de las partes dañadas del vehículo, todo lo cual puede ser utilizado como prueba en un futuro juicio si lo hubiere.

Se sabe que los momentos posteriores a un accidente de tránsito siempre están plagados de tensión y nerviosismo, pero hay ciertos trámites que no podemos dejar de realizar, como la denuncia en nuestra compañía de seguros, que debe saber en qué posición se encuentra frente a un eventual reclamo de un tercero.

Tenemos 72 horas desde el accidente para hacer la denuncia en el seguro. Pero primero debemos realizar, dentro de las 48 horas posteriores al accidente, la denuncia policial, en la comisaría de la zona correspondiente al lugar del hecho. (Con excepción de aquellas localidades que cuentan con un Sistema Integrado de Denuncias de Accidentes de Tránsito – SIDEAT – que deberán realizar allí dicha denuncia.)

De las dos denuncias, la denuncia policial es la primera que debe realizarse, ya que las compañías de seguros la exigen como requisito para poder denunciar ante ellas el accidente. También es probable que en la aseguradora nos pidan algún presupuesto de un taller mecánico para calcular el monto de los daños.

La documentación que hace falta para realizar la denuncia policial es la cédula verde, la licencia de conducir, la póliza del seguro y todos los datos que hayamos podido recopilar de los otros vehículos y/o personas que participaron del hecho.

En ambos casos, el relato debe ser certero y detallado, ya que es muy importante para determinar la responsabilidad de los participantes y definir cuál de las compañías de seguro tendrá que hacerse cargo de los gastos de arreglo de los vehículos dañados.

En materia de accidentes de tránsito interviene siempre la justicia civil, en lo referido a los deberes de indemnización económica que surgen de los daños y/o lesiones que se producen. Aunque si se producen lesiones o muertes, interviene la policía, iniciando una causa penal que tendrá por objeto determinar posibles responsabilidades penales.

En este último caso, se recomienda solicitar a la policía los datos del juzgado y la fiscalía que se encargarán de la causa y llamar a un abogado para comentarle qué fue lo que sucedió y asesorarse acerca de los pasos a seguir.

03 abril 2014

VISIÓN Y CONDUCCIÓN



La conducción de vehículos es un acto complejo y peligroso en el que entran en juego múltiples factores, siendo la vista el más importante de todos. El 90% de la información que recibimos al conducir nos llega a través de la vista, de ahí que las condiciones visuales sean  determinantes para un buen rendimiento como conductor y guardan relación con la accidentalidad por fallo humano.

Para conducir se requiere una visión de calidad más que de cantidad. La calidad viene determinada por un correcto equilibrio entre los distintos aspectos que integran la función visual (agudeza visual, visión de profundidad, campo visual, adaptación a los cambios luminosos, visión de colores y movilidad ocular) y la cantidad por la agudeza visual. Todas aquellas alteraciones o enfermedades que produzcan una disminución o la falta de uno o más de estos aspectos dará lugar a una visión más pobre y de inferior calidad por lo que estos conductores pueden tener más dificultad a la hora de calcular distancias, velocidad y a la hora de conducir en determinadas condiciones extremas (fatiga y/o conducción nocturna).

El envejecimiento visual se produce a partir de los 45 años y es importante a partir de los 65 (disminuye la agudeza visual, la visión de profundidad, el campo visual, la adaptación a la oscuridad, tienen mayor sensibilidad al deslumbramiento, mayor dificultad para conducir por la noche y precisan mayor intensidad de luz para ver bien). Además, con la edad, pueden aparecer alteraciones o enfermedades visuales  y  generales que deterioren la capacidad visual.

Las enfermedades de la vista (cataratas, glaucoma, retinopatías, etc.)  o las  generales (diabetes o hipertensión arterial) que deterioran la capacidad visual no conllevan siempre la pérdida del carnet, dependiendo ello del estado y del control de la enfermedad.  Estas enfermedades pueden evolucionar hacia la ceguera. Sólo el control periódico podrá detectar a tiempo cualquier cambio y poder efectuarse el tratamiento adecuado para estacionar o incluso revertir la enfermedad. La pérdida de visión brusca es fácilmente perceptible por la persona, pero la pérdida progresiva no, puede pasar desapercibida y ser demasiado tarde cuando se detecte.

En la conducción nocturna se producen accidentes más numerosos y más graves que los que se producen durante el día. Esto implica que la conducción nocturna requiere tener mejor visión y que sea de buena calidad. La agudeza visual en condiciones de poca luz baja un 20%, esto se agravará aún más si presenta alguna alteración  visual añadida (glaucoma, retinopatías, miopías severas, cataratas, etc.)

La fatiga ocular está relacionada con los defectos de refracción (miope, hipermétrope y sobre todo en el de tipo astigmático), también con los trastornos de la movilidad ocular (forias, estrabismo, nistagmus, etc.), con la sequedad ocular que se manifiesta tras un tiempo variable de conducción, con la velocidad, con la conducción nocturna, tráfico intenso y con el consumo de tabaco, alcohol, medicamentos y drogas. Se manifiesta por una disminución del parpadeo, lo que da lugar a una sensación de picor, quemazón y la necesidad de restregarse los ojos, siendo este último signo premonitorio de somnolencia.

CONSEJOS:

- No espere a que le caduque el permiso de conducir para revisarse la vista.

- Si usa gafas graduadas, lleve siempre la graduación correcta, los cristales limpios y sin ralladuras, gafas de repuesto y revísese cada año o cada dos años por su oftalmólogo. Por que tenga pocas dioptrías no crea que no las necesita para conducir.

- Use gafas de sol para protegerse de los rayos solares. Cómprelas en establecimientos especializados, con un grado de filtro no muy alto ya que sino, en penumbra o en un túnel, no tendrá buena visión. El color gris sirve para todos los conductores, el verde preferentemente para  hipermétropes y el marrón para miopes o personas sin defecto visual.

- Si tiene alguna alteración o enfermedad visual (como una agudeza visual inferior a la normal "límite", cataratas, glaucoma, alteraciones retinianas), procure conducir por autopistas o autovías, aumente la distancia de seguridad, disminuya la velocidad, procure no hacer viajes largos, descanse cada hora de viaje y procure no conducir en situaciones con escasa luminosidad (amanecer, anochecer o durante la noche). Contrólese la vista cada año o cada seis meses.

- Si observa cambios visuales (como ver borroso, ver mejor de cerca que antes, que se le cansa la vista "fatiga", que se deslumbra más por la noche, que ve peor por la noche, al anochecer o al amanecer, que ve aros luminosos alrededor de los faros de los coches o focos luminosos), hágase revisar la vista por un oftalmólogo.

- Si ha sido operado (de miopía, hipermetropía, astigmatismo, cataratas, glaucoma, etc.), no conduzca hasta que su oftalmólogo se lo indique y evite conducir por la noche durante algún tiempo.

- Los afectos de trastornos en la visión de color deben aumentar las precauciones en caso de niebla, lluvia, etc., y aumentar la distancia de seguridad ya que pueden no percibir bien las luces traseras de frenado, sobretodo si son muy oscuras o están sucias. Pueden alterar también la visión de color los gases de la combustión del motor, exceso de alcohol y tabaco, algunos medicamentos y drogas.

- Prevenga la fatiga ocular aumentando el ritmo de parpadeo, sobretodo si usa lentillas. Evite las corrientes de aire de las ventanas. Use el aire acondicionado con moderación. No fume dentro del coche. Evite conducir de noche, con tráfico intenso y situaciones estresantes. Evite conducir sin gafas de sol en días muy soleados o en zonas de playa o de nieve. Si siente la necesidad de restregarse los ojos o de cerrarlos para que le descansen, pare el coche y descanse o duerma un rato.

- Evite la conducción nocturna sobretodo si tiene glaucoma y si tiene más de 65 años, miopía, cataratas o después de ser operado de problemas visuales y durante un tiempo prudencial. Los parabrisas teñidos y la utilización de gafas coloreadas son perjudiciales para la función visual durante la conducción nocturna. Lleve los faros bien nivelados y limpios. Si conduce habitualmente de noche o tiene mas de 60 años aumente el consumo de vitamina A en su dieta (zanahoria, lechuga, espinacas, naranjas, mandarinas, melón, plátanos, pescado y aceite de maíz, etc.)

- Para evitar el deslumbramiento lleve limpio y sin ralladuras el parabrisas y las gafas si usa. Procure no conducir por la noche si usa lentes de contacto, tras haber sido operado de (cataratas, miopía, hipermetropía, astigmatismo), si tiene cataratas o es miope.

- Conduzca a la velocidad adecuada. La velocidad disminuye el campo visual considerablemente (se estrecha), precisa de mayor atención y concentración  y aparece antes la fatiga ocular y el cansancio.

- Use el cinturón de seguridad, así evitará en caso de accidente las lesiones oculares.

- Los vehículos de color claro (blancos, ocres, marfiles....) son mejor vistos por los otros conductores.

- Los peatones deben llevar ropas claras, chalecos o dispositivos reflectantes para ser vistos, sobre todo por la noche.

- Evite las situaciones que pueden producir descompensación visual;  estrés, fatiga, cansancio, ya que puede que sujetos con patología visual compensada se descompensen y pueda producirles visión doble o fallo en la visión de profundidad alterando el cálculo de distancias y de velocidad. También el tabaco, alcohol, medicamentos y drogas alteran la función visual normal.

- Si es consciente de las limitaciones visuales que tiene, sigue estos consejos y cambia los hábitos de conducir que tenía, adecuándolos a su capacidad visual, probablemente disminuirá el riesgo de sufrir un accidente.