20 enero 2014

Consejos para pasar un vehículo en la ruta.



Una de las causas principales de accidente en ruta es el choque frontal producido por un vehículo que intenta pasar a otro.

Las condiciones para pasar a otro vehículo en la ruta dependen de varios factores:

Tipo de camino, cantidad de manos y división de ellas.

Velocidad y longitud del vehículo a superar.

Cantidad de vehículos a superar.

Velocidad y distancia de los vehículos que vienen de frente.

Condiciones de visibilidad.

Ancho del camino.

Longitud del vehículo propio

Velocidad con respecto al vehículo a sobrepasar.

Reserva de potencia y capacidad de aceleración.

Recordemos que la maniobra de sobrepasar a un vehículo involucra salirse de la trayectoria normal, pasar a la de sobrepaso, efectuar el sobrepaso, y volver a la trayectoria inicial. Usted seguramente lo debe haber realizado infinidad de veces.

Esta maniobra es relativamente sencilla y segura si se efectúa en una autopista con manos y carriles separados, pero el tema se complica cuando las dos manos no están separadas físicamente.

Durante esa maniobra hay un tiempo de riesgo que es cuando se está sobre la mano contraria.

Como ejemplo supongamos el caso de un vehículo que mantiene 90 Km/h que intenta superar a otro que se desplaza a 60 Km/h En estas condiciones es necesario un mínimo de 400 mts. para completar la maniobra, o sea que se necesitarán 16 segundos para superarlo.

Lo razonable es mantenerse relativamente alejado del vehículo a sobrepasar, sobre todo si este es "opaco" que no nos deja ver más adelante, como ser un camión.

Tomar una cierta distancia nos da espacio para acelerar de tal modo que cuando llegamos al instante del sobrepaso, lo hagamos con velocidad suficiente como para reducir al mínimo el tiempo de exposición. Si durante la aceleración se presentara cualquier inconveniente, tendremos tiempo de reducir la velocidad y retornar a nuestra mano.

Permanecer cerca del vehículo a sobrepasar, sacar la trompa para ver si viene alguien, e iniciar la maniobra con poco margen es una invitación al desastre.


Por si las cosas no salieran bien, le damos una regla de oro de supervivencia sobre un automóvil: NUNCA IMPACTE DE FRENTE, ES LA SITUACION QUE MAS VICTIMAS FATALES CAUSA. Siempre es preferible volcar, hacer trompos e ir a parar al medio del campo, no importa si sobre las ruedas o el techo. Ante la inminencia del choque no se entregue, no cierre los ojos, trate de dominar la situación hasta el último instante. Cuanto más tiempo dure el accidente mayor será la probabilidad de supervivencia. Impactos de muy corta duración generan aceleraciones intolerables para el ser humano y viceversa.

15 enero 2014

Rayos y conducción: Consejos para conducir bajo tormenta eléctrica.




Dado el incidente ocurrido en Villa Gesell la pasado semana, volvemos a compartir los siguientes consejos con Uds.


Si conduciendo un vehículo percibimos un fogonazo luminoso con ruido posterior, estaremos posiblemente ante la presencia de rayos. No es necesario que vaya acompañado de precipitaciones, aunque es lo más habitual. Podemos estar en una tormenta eléctrica que, aunque no posea precipitaciones, sí puede ir acompañada de un fuerte viento. Para conducir, una situación de lo más peligrosa.

Si estamos dentro del vehículo, lo mejor es continuar en esa situación procurando no entrar en contacto con las partes metálicas, apagar la radio y cerrar las ventanillas. Si nos detenemos, es conveniente elegir un lugar seguro alejado de vallas metálicas o tendidos eléctricos. Si estamos fuera del vehículo, lo mejor meterse dentro de él y alejarse de zona de charcos o balsas de agua y zonas húmedas.

Debemos dejar un margen de tiempo para salir del coche, ya que su superficie metálica, al igual que le ocurre a un avión en vuelo al que le cae un rayo, se ha quedado cargada, “polarizada” del campo eléctrico del rayo. Si los ocupantes bajan, y el vehículo no ha descargado a masa, ellos pueden cerrar el circuito al tocar la superficie metálica y pisar el suelo. Depende de la conductividad en ese momento, resistencia que se provoque, etc., para que las consecuencias varíen de un fuerte calambre a lesiones más graves.


Dependiendo del vehículo, lo más probable es que el rayo, genere un arco voltaico entre la llanta y el suelo, descargándose. Generalmente cuando esto ocurre los neumáticos revientan por la elevación de la temperatura. Por este motivo, es importante que, durante una tormenta eléctrica, los conductores disminuyan su velocidad, siendo lo idóneo que inmovilice su vehículo por completo.


Si el vehículo posee un cable de masa, de los utilizados para evitar la corriente estática y los molestos pequeños calambres al tocar el vehículo, será más seguro salir del vehículo porque significará que la tensión de la chapa se ha descargado a masa.

Aunque algunas marcas anuncian igual protección en coches descapotables de forma general los vehículos cabrio con capota no ofrecen la misma protección que uno cerrado frente a los rayos.

Si estamos en un núcleo urbano, la probabilidad de que nos alcance un rayo es prácticamente nula, por no decir imposible. En vías fuera de poblado, la probabilidad ya no es nula, se eleva, por lo que debemos situarnos en algún lugar donde no seamos la toma de tierra más probable para el camino de un rayo, es decir, no debemos ser el punto más alto. Si estacionamos al lado de un edificio que posea pararrayos, podremos estar tranquilos de que no caerá sobre nosotros el rayo.

Como peatones, conviene alejarse de tractores si no tienen cabina, bicicletas y motocicletas, y en general, de cualquier estructura metálica que pueda servir de toma de tierra para el camino de un rayo. Como peatones, lo mejor es estar a cubierto, pero si nos es imposible, no debemos exhibir elementos metálicos ni tocar vallas, rejas, etc.

Aunque el vehículo es el lugar más seguro, es importante recordar que quizá el rayo encuentre camino hacia el interior del vehículo, por romper su estructura, ya que en él existe aire y éste es ionizable, por lo tanto conductor. Aun así, sigue siendo la opción más segura.

09 enero 2014

Conducir con calor. Alteración de las capacidades y el comportamiento del conductor.



Nuestro objetivo con este artículo es divulgar los riesgos de la conducción de vehículos a motor en condiciones de calor y las acciones para prevenirlos, a fin de que el conductor pueda efectuar una conducción más segura y confortable.

Calor y temperatura son dos conceptos físicos diferentes, aunque estrechamente relacionados entre sí. “Calor” como la sensación que se experimenta ante una elevación de temperatura, y “temperatura” como la magnitud que expresa el grado de calor de los cuerpos o del ambiente. Estas definiciones, simples y entendibles, nos sirven para los fines de este artículo, permitiéndonos diferenciar el calor de la temperatura.

Se ha medido, en automóviles sin aire acondicionado o climatizador, que en días soleados la temperatura en el interior de un automóvil en movimiento podría ser entre 5 y 15ºC más que en el exterior. Esta temperatura depende, además de la exterior, de variables como la superficie del automóvil expuesta a la radiación solar, el color exterior y de la tapicería del coche, de la ventilación del habitáculo, si dispone o no de cristales tintados, el número de ocupantes, el calor que estos despidan por el tipo de tejido y el color de sus ropas, etc.

Los conductores debemos saber que cuando la temperatura interior del habitáculo del automóvil supera los 24ºC nuestras capacidades para conducir empiezan a estar negativamente afectadas, independientemente del nivel personal de tolerancia al calor.

Síntomas de calor excesivo:

·         Aparición temprana del cansancio.
·         Aparición temprana de la somnolencia y del sueño.
·         Disminuye la capacidad de atención, la asimilación de la información y la agudeza visual con alteración de la percepción de las distancias.
·         Aumento del número y frecuencia de respuestas imprecisas ante estímulos.
·         Reacciones más lentas y descoordinadas.
·         Reacciones más agresivas, bruscas e impacientes.
·         Agrava las reacciones del conductor ante el estrés producido.

Estudios realizados han demostrado que con una temperatura de 30ºC en el interior del habitáculo los fallos del conductor aumentan un 20% y su tiempo de reacción se alarga un 22%, y que la sensación agobiante de calor puede ser causa concurrente – que se da junto a otra – del 17% de los accidentes de tráfico.

El calor también nos hace menos perceptivos, así a 23ºC dejaríamos de ver el 3% de las señales, a 28ºC el 6%, y a 32ºC el 10%. También nos volvemos más agresivos; salidas más rápidas en los semáforos, menor tolerancia con los peatones que aún están cruzando cuando el semáforo se pone en verde, mantenemos velocidades inconstantes, pasamos de una velocidad adecuada a otra inexplicablemente alta o inadecuada, etc.

Consejos para minimizar los riesgos:

·         El automóvil debe estar en perfecto estado de funcionamiento.
·         Asegure que el conductor se encuentra en buen estado psicofísico para conducir.
·         No sobrecargue el coche; no más ocupantes de los permitidos, ni bultos o equipaje en el habitáculo.
·         Evite conducir durante las horas de mayor calor, aunque por motivos de seguridad recomendamos los viajes diurnos frente a los nocturnos.
·         Aliméntese de forma adecuada; ingiera comidas ligeras, evite las comidas abundantes y las pesadas. Beba agua o cualquier tipo de bebida refrescante.
·         Evite fumar en el interior del habitáculo. Fumar es la segunda causa de accidente por distracción en la conducción. Además, los compuestos químicos del humo causarán un mayor cansancio en el conductor.
·         Utilice prendas de vestir holgadas y de fibras naturales, evite la ropa ajustada que oprima al cuerpo. El calzado también ha de ser ligero y cómodo pero ajustado al pie.
·         Utilice gafas solares para protegerse de la radiación solar y de los reflejos, preferiblemente con cristales polarizados.
·         Instale a los niños en su sistema de retención; silla, cojín, etc. Haga lo posible para que se sientan cómodos y entretenidos durante el viaje. Evite que exijan al conductor una excesiva atención.
·         Si su automóvil dispone de aire acondicionado o climatizador mantenga una temperatura en el interior del habitáculo entre 19 y 24ºC. Evite que el flujo del aire impacte directamente en el pecho y en la cara. No olvide programar la temperatura antes de poner el vehículo en movimiento, hacerlo en marcha podría distraernos. Si el vehículo ha estado un largo periodo expuesto al sol parado y con las ventanillas cerradas, ventílelo y baje la temperatura antes de iniciar la marcha o en los primeros momentos de iniciada.

Por último, ni por un instante deje a un niño sólo en el interior de un vehículo expuesto al sol. En los niños, la temperatura corporal sube mucho más rápidamente que en los adultos, y aún no disponen de la capacidad para regularla, lo que resultará mortal para el niño, casi con total seguridad.

02 enero 2014

¿Cómo conducir en caminos de Ripio?



Para manejo sobre ripio no exceder la velocidad por sobre los 80 km./h, utilizar relaciones de marchas hasta cuarta velocidad para mantener el motor en revoluciones, evitar tomar curvas a mucha velocidad , usar moderadamente los frenos , en ningún caso frenar sobre curvas ( salvo caso de emergencias ), sustituir los frenos por rebajes de marchas, si se debe usar el freno hacerlo de golpes intermitentes sin bloquear las ruedas , en caso de derrapes girar la dirección en sentido contrario al deslizamiento y dar golpes de acelerador para corregir la marcha .

Claves para tener un viaje seguro:

-El principal peligro de conducir por caminos sin pavimentar es la velocidad de circulación: viaje a velocidad moderada acorde a las características de cada camino.

-Recuerde que en los caminos enripiados los vehículos pierden estabilidad y adherencia.

-Por ningún motivo frene de golpe y menos aún sólo con el freno. Esto provocará derrapes en el mejor de los casos o un vuelco, en el peor. Procure frenar con el motor, es decir con la caja de velocidades, rebajando los cambios de manera descendente. A la par, sólo si es necesario, utiliza el freno, pero nunca presionando de golpe sino dosificando la presión y levantando si nota que el vehículo de desestabiliza.

-Con respecto a la presión de las cubiertas tiene dos opciones: con baja presión tendrá más control y el andar será más suave, pero habrá mayor probabilidad de daño o roturas en las cubiertas. Con presión más alta puede andar más ligero y protegerlas, pero perderá estabilidad. Elige la opción de acuerdo con la experiencia que tenga en este tipo de caminos.

- Si sufre un reventón de cubierta no pise el freno .Trate de dominar el vehículo e intente detenerlo lentamente.

-Si el tramo a recorrer es muy largo, tenga la precaución de llevar una cubierta de auxilio extra.

-Evite volantear bruscamente la dirección de su automotor. De hacerlo perdería el control fácilmente.

-En puentes y curvas, tiene prioridad el vehículo que asciende.

-Tome las curvas de la manera más abierta que pueda, disminuye la velocidad gradualmente hasta llegar a ellas.

-En los guardaganados, alcantarillas y puentes el ancho es reducido y en algunos casos, de una sola trocha. En esos casos disminuya la velocidad y, si fuera necesario, ceda el paso a los vehículos de mayor porte que circulen en sentido opuesto.

- En caminos naturales o huellas y los caminos de montaña las curvas no son aptas para altas velocidades. En esos casos, no exceda los 40 km. / hora.

-Cuando se encuentre con un vehículo de frente haga señas de luces, disminuya la velocidad para evitar la proyección de piedras y DESPLAZASE más a su derecha.

- Solicite a su acompañante que coloque las manos sobre el parabrisas, para disminuir la posibilidad de rotura si impactara una piedra.

-Al viajar por estos caminos no sobrepase vehículos ni circule muy cerca de ellos, ya que el automotor que lo precede proyecta constantemente piedras hacia atrás. En caso de hacerlo, trate de ser visto por el otro conductor, coloque la luz de giro izquierda para que sepa que lo desea rebasar y espere a que lo habiliten.

-Si se topa con ríos, arroyos o lagunas que cubran la calzada y desconoce su profundidad, no intente cruzarlos.

-Los caminos de difícil acceso son solo aptos para vehículos equipados para tal fin Si ese no es su caso no se arriesgue.

-Si encuentra maquinarias realizando maniobras sobre el camino, disminuya la velocidad y espere las indicaciones de los operarios.


-Utilice en todo momento el cinturón de seguridad y las luces bajas encendidas.