Un problema que puede aparecer con estos fríos es
el empañado de los cristales, especialmente del parabrisas.
Estos se empañan debido a la condensación. El agua
está siempre en el aire, incluso si sus moléculas son demasiado pequeñas para
ser vistas. Cuando el vapor de agua llega a una superficie fría, como vidrio o
un espejo, se condensa y se convierte en gotitas de líquido en el cristal.
Para deshacerse de esa molesta capa de agua
condensada en el cristal que no nos permite ver con seguridad, lo mejor es
combinar aire acondicionado y calor procedente de la calefacción, que es lo que
hacen los sistemas antivaho que traen muchos autos hoy en día.
En la luneta trasera, simplemente encendemos la
luneta térmica y ella se encargará de hacer el trabajo sucio.
Lo que NO deberíamos hacer nunca es recurrir al
pañuelo de papel o la manga del jersey o la mano directamente sobre el cristal
para retirar la humedad condensada, ya que de hacerlo así dejaremos unos
rastros que pueden ser especialmente desagradables cuando una luz, sea del sol
o de los faros de otro coche, incida sobre el cristal. Aire acondicionado y
calor procedente de la calefacción serán nuestros mejores aliados para eliminar
el vaho del parabrisas.
Ah, pero aquí topamos con un problema, y es que la
mayoría de los autos la calefacción sólo nos dará aire caliente si el motor
está funcionando y ya a una temperatura considerable. Por eso, si tenemos
problemas de cristales empañados quizá no estará de más que arranquemos el
motor y dejemos que el motor se caliente estando el auto detenido para así
lograr calor y por tanto una mayor visibilidad cuanto antes.