A todo padre le preocupa sus
hijos, a veces se quisiera colocarlos en una cajita y protegerlos de todo. Pero
es sólo un deseo, la realidad es que crecen día a día, se hacen más
independientes, y pronto llegará la etapa de la adolescencia.
Lamentablemente los accidentes
automovilísticos son el asesino número uno de los adolescentes, y el primer año
en las carreteras de un adolescente es el más peligroso. Una gran oportunidad
para los adolescentes es enseñarles a ser conductores responsables intentando
promover hábitos de seguridad al
conducir, y recalcar la importancia de tomar decisiones seguras, al mismo
tiempo que los adolescentes celebran la libertad que brinda el obtener una
licencia de conducir.
Por eso se hace necesario conocer
qué riesgos presentan los adolescentes y, en tal sentido, destacemos los
siguientes aspectos:
En términos generales, los
expertos en seguridad vial han comprobado que, como conductores de vehículos,
los jóvenes se ven mayormente involucrados en siniestros debido a tres
cuestiones fundamentales: debido a su edad, a su poca experiencia y, en cuanto
al sexo, al ser los varones a diferencia de las mujeres, quienes resultan más
implicados.
Experiencia:
En lo que se refiere a los
factores relacionados con la experiencia, aprender a conducir exige tiempo y
necesita bastante práctica hasta conseguir alcanzar un nivel suficiente de
competencia. Esto es una verdad universal para todos, no sólo para los jóvenes.
Con el tiempo, las acciones propias de la conducción, tales como el cambio de
marchas, mirar por el espejo retrovisor, mover el volante correctamente
midiendo cada situación, reaccionar adecuadamente, etc., se van automatizando.
A pesar de ello, para los conductores noveles estas acciones requieren una atención
especial, lo que aumenta la carga de trabajo mental global y posiblemente
distrae su atención de la carretera. Por ello, la atención de los conductores
noveles se sobrecarga fácilmente y presentan una capacidad relativamente escasa
para combinar acciones simultáneas.
Edad
Evidentemente, la inmadurez
física y emocional, así como los estilos de vida asociados a la juventud pueden
aumentar el riesgo de colisión y la posibilidad de que ésta sea más grave. Los
jóvenes se encuentran normalmente en un periodo de rápida maduración según van
probando límites y afirmando su independencia. Están en una fase con una alta
intensidad social, que les exige estar activos por la noche y durante fines de
semana, en grupos y, a veces, hay que incluir el abuso de alcohol o drogas.
Sexo
Los hombres jóvenes conducen más
que las mujeres jóvenes y tienen más colisiones mortales por kilómetro
conducido. Además, las investigaciones han revelado que, en líneas generales,
son más propensos a presentar una conducta más arriesgada, antisocial, en
búsqueda de la velocidad y de sensaciones, que la que presentan sus homólogas
femeninas. También son más propensos a sobreestimar sus capacidades al volante
y más fácilmente influenciables por sus amigos.
Es precisamente la interacción
entre los factores de experiencia y edad, agravados por las diferencias de
sexo, lo que hace que los riesgos de los jóvenes conductores se transformen en
una situación única, aunque la experiencia tenga un impacto global mayor que la
edad en la reducción del riesgo.
Es difícil precisar las razones
que explican la forma en que la edad, el sexo y la experiencia se combinan de
modo tan destructivo entre los jóvenes en la carretera y el por qué algunos
jóvenes son más propensos al riesgo que otros. Hay una multitud de factores
involucrados, incluyendo el desarrollo fisiológico y emocional, la
personalidad, las normas sociales, el papel de los jóvenes en la sociedad, las
circunstancias socioeconómicas del individuo, incapacidad para Educación para la Seguridad Vial y la
movilidad segura de los jóvenes ciertas habilidades, las tareas de la propia
conducción, y el tipo de conducción que adoptan frecuentemente los conductores noveles.
Sin embargo, más allá de todo,
existen innumerables posibilidades de incidir a través de la educación, para
lograr una mejor seguridad vial en los jóvenes.