Una indumentaria adecuada y cómoda
resulta fundamental a la hora de conducir. A su vez, el calzado también es
importante por los movimientos que despliegan los pies entre los pedales del
auto.
A los
pies.
El calzado con el que manejamos puede
favorecer o complicar la conducción. En invierno es muy común que manejemos con
botas o zapatos, así como en verano, lo hacemos en ojotas o sandalias, por
ejemplo.
Ninguna de estas situaciones son seguras
para el tránsito.
Así como las ojotas pueden engancharse
en los pedales, las sandalias, zapatos o botas de taco evitan que toda la
superficie de la suela tome contacto con el acelerador o el freno, lo cual
obliga a realizar una presión extra al pie para accionar los mecanismos del
vehículo y, además, no permite dosificar la presión sobre estos pedales. A su
vez, esta forma de accionarlos puede hacer que el pie zafe al pedal y genere
una reacción violenta de aceleración, desaceleración o frenado sobre el
vehículo innecesariamente.
Además, muchos de estos calzados cuentan
con suela de madera que (sobre todo cuando son muy nuevos) patinan muy
fácilmente de cualquier objeto, como puede ser un pedal. Y ni hablar cuando el
pedal no cuenta con la goma negra que lo recubre siendo sólo de metal.
Entendemos que el calzado adecuado tal
vez no sea el elegido estéticamente por cualquiera de nosotros. El calzado
ideal es la zapatilla o el zapato de suela plana y de goma, que puede tener un
dibujo especial que mejora la adherencia con el recubrimiento de goma del pedal
y es cómodo para tolerar los largos viajes, en lo posible ventilado para
mejorar el confort, pero que se ciña a todo el pie de forma que no permita
movimientos respecto del zapato (como sí lo hacen las sandalias) y que ocasionen
movimientos bruscos o indeseados en las situaciones críticas.
La
ropa
Respecto de la ropa que llevamos puesta
en la conducción, debe ser lo más cómoda posible. Para un adecuado manejo
necesitamos una correcta concentración, y si lo que llevamos puesto no nos
permite estar cómodas eso nos llevará a estar pensando en ello y perder la
atención necesaria en la conducción.
El abrigo es otro tema. Durante el
invierno no debemos estar con mucha ropa dentro del auto porque no estaremos
cómodas y porque la calefacción hará que en pocos minutos no estemos a gusto
por tanto calor. Por el contrario, en verano no debemos estar muy desabrigadas
por el mismo efecto que en este caso nos brindaría el aire acondicionado.
Los trajecitos, las camisas y las
polleras no son los mejores aliados para una conducción segura. Conviene viajar
(sobre todo en trayectos largos) con ropa muy cómoda como un pantalón y una
remera bien holgados y tener cerca por las dudas algún sweater para sumarnos en
caso que sea necesario.